Las cadenas cortas de comercialización son una de las formas más importantes del desarrollo rural. En general, generan más empleo que cualquier otra actividad de desarrollo rural (excepto los trabajos fuera de las empresas agrarias).
Estos canales cortos son una oportunidad para maximizar beneficios a quien produce y quien consume ya que supone capturar una proporción mayor del valor añadido de los productos en un momento, como el actual, de crisis. También son una vía para las micropequeñas empresas del medio rural, en su mayoría gestionadas por mujeres, que no reúnen los requisitos de suministro (particularmente con respecto al volumen).
Puede verse el desarrollo de canales de comercialización directa en relación con los beneficios sociales (disminución de riesgos para la salud, generación de empleo), ambientales (reducción de la contaminación) y, especialmente, con el mantenimiento de la “localidad”, al mantener la estructura productiva básica de los pueblos más pequeños y de los situados en zonas desfavorecidas.
Un problema creciente es que cada vez más las grandes compañías involucradas tradicionalmente en los mercados de masas, están poniendo sus miras en los productos de calidad, como los ecológicos, buscando captar este lucrativo mercado en expansión.
Llegados a este punto, ¿qué entendemos por Canal Corto de Comercialización?
La definición de circuito corto de comercialización hace referencia al número de intermediarios existentes entre quien produce y quien consume. Se considera circuito corto de comercialización (CCC) aquel circuito que no tiene más de un agente de intermediación.
Si no existe intermediación entre el producto final y la población consumidora hablamos de venta directa.
Ahora bien, la definición no se refiere a la distancia física existente entre quien produce y quien consume, ya que ésta puede ser grande, pero sí que es un factor a considerar a la hora de caracterizar diferentes tipologías de canales cortos de comercialización. Actualmente, la definición de “local” se ha ampliado a los procesos que potencian modelos productivos y alimentarios alternativos y que buscan el desarrollo sostenible del territorio en el que se dan.
En cuanto a las características que definen los canales cortos de comercialización, tenemos:
La relación: Los Canales Cortos de Comercialización se basan en el conocimiento directo de cada agente que interviene. En nuestro caso, en la cadena alimentaria y en una revalorización de la cultura agraria. Esta característica diferencia claramente los canales cortos de comercialización de los procesos agroalimentarios industriales en los que domina el anonimato y la homogeneización del producto.
La información: La existencia de sistemas de información sobre el proceso agroalimentario es el que permite que quien consume pueda trazar el circuito del producto que está consumiendo y así tomar decisiones informadas, autónomas y responsables.
La participación: En este caso se entiende la participación como la capacidad de quien produce elabora y consume de intervenir en la gestión de los sistemas alimentarios y democratizarlos.
Se trataría de romper con las limitaciones de los actuales sistemas, en los que quien produce, por ejemplo, desconocen el precio al que acabará vendiéndose su producto o quienes compran desconocen el precio pagado por el producto en los distintos procesos de producción, de distribución a través de intermediarios, etc.
La sostenibilidad económica: Los Canales Cortos de Comercialización tienen un papel en la sostenibilidad. De este modo los Canales Cortos de Comercialización tendrían que contribuir al mantenimiento de las empresas rurales, especialmente aquellas de pequeño o mediano tamaño y que por sus dimensiones, tienen más riesgo de quedar excluidas del mercado por el predominio de las economías de escala.
La sostenibilidad social: La sostenibilidad social de los Canales Cortos de Comercialización hace referencia a la capacidad de éstos para mantener a la población productora y a la población consumidora dentro del marco de funcionamiento, sin que suponga un sobreesfuerzo por ninguna de las partes (por ejemplo, que puedan participar personas con pocos recursos económicos o que no implique un sobreesfuerzo en inversión de tiempo ni para quien produce ni para quien consume).
La sostenibilidad ambiental : Se refiere a la capacidad de los Canales Cortos de Comercialización de implicarse en sistemas de ambientalmente sostenibles que tengan en cuenta la distancia de distribución de los productos, el embasado, la capacidad para comprar en grandes volúmenes, o los mismos sistemas de producción, como la producción ecológica.
La variedad de productos: Hace referencia a las posibilidades de que los Canales Cortos de Comercialización abastezcan de todo tipo de productos de forma que las y los consumidores puedan adquirir todos los alimentos básicos a partir de este sistema, hecho que puede contribuir a la fidelización.